sábado, diciembre 31, 2005

Slow down...

Remanso tranquilo

Después de la ola arrasadora, viene un instante, apenas unos segundos, en que el agua se aquieta y se relaja en forma de espejo. Luego sin darte cuenta, comienza a tensarse y el mar te chupa con fuerza como si fuera a tragarte hasta formar una nueva ola y el ciclo vuelve a sucederse.

Es muy poco tiempo como para emprender algo; demasiado para no hacer nada.

Es el momento en que la gente a falta de voluntad para ponerse a destripar remiendos, decide ejecutar el tradicional balance de fin de año.

Lejos de intentar atar los cabos sueltos, deshacernos de lo que ya no sirve y tratar de entender, ya en frio, el por qué de las decisiones que tomamos en el pasado, nos dedicamos a armar un par de bolsas navideñas: en una todo lo malo que 'nos pasó' y en otra todo lo bueno. Si la primera es mas pesada, decidimos que ue un año malo y que en el próximo nos esforzaremos por mejorarlo; prometemos alcanzar las metas que nunca logramos, comenzar lo que nunca nos gustó y terminar lo que quedo por la mitad. Redondeamos con un 'intentar ser mejor persona' y 'ponerse las pilas', cerramos el paquete y al grito de '¡guarda que va!' pateamos el bulto hasta el año próximo.

Es facil tambien decir 'al fin se termina' como si luego del ritual de los fuegos artificiales y las mesclas alcoholicas uno quedara limpio como una hoja sacada de la resma recien abierta.

Particularmente... que les puedo decir? Cuando el mar se queda tranquilo y suave como una seda me gusta recostarme, mirar para arriba y dejarme llevar hasta que la ola me barre y de deja tirada en la orilla con el cabello arremolinado lleno de algas y arena... Esta año no puedo darme ese lujo, supongo que cuando vea la ola me daré vuelta y la barrenaré para llegar a toda la velocidad que no podría lograr nadando.

¿Buenas? ¿malas? El año es una mera convención, para los chinos y los celtas los '31 de diciembre' eran un dia más, las cosas desde siempre siguen su curso inexorable. Por ahora dejenme chapotear en el agua mansa, incierta de todo lo que viví, insegura sobre lo que haré, extraña de mis propios sentimientos.

El amanecer se llevará el rocío y como los pajaros que salen a buscar las ramitas para el nido, habrá que ponerse a trabajar.

Tengan todos un muy buen año. Después de todo, 'solo' depende de nosotros.

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